Rumbo a la nueva película de Han Solo – Episodio II: La maniobra Hutt

Han Solo, que había sido uno de los cadetes más brillantes de la Academia Imperial, se ha convertido en un fugitivo que huye de la Armada. Pero ha encontrado a un amigo muy valioso en un antiguo esclavo wookie llamado Chewbacca, quien considera que ha contraído una deuda de vida con Han y ha jurado hacer honor a ella.

Han va a necesitar toda la ayuda que pueda conseguir, porque los hutts ylesianos han enviado al temido cazador de recompensas Boba Fett tras su pista, para que les traiga al hombre que ya demostró ser más listo que ellos en una ocasión.

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Pero Han y Chewie van a encontrarse metidos en un lío mucho mayor cuando accedan a trabajar para Jiliac y Jabba el Hutt, dos temibles señores del crimen.

Los dos contrabandistas tendrán que librar unas desesperada batalla contra el aplastante poderío del Imperio y los maquiavélicos planes de los hutts. Esta vez la victoria puede acabar significando la muerte…

 

Tras una primera novela trepidante de la que ya hablamos anteriormente, esta segunda parte promete darnos más información acerca del pasado de Han Solo a la vez que nos trae a nuevos personajes ya conocidos por todos como Jabba, Lando y el mismísimo Boba Fett. Pero no todo acaba ahí, también hará acto de presencia uno de los más grandes y queridos protagonistas de la saga: el YT- 1300 más conocido como el Halcón Milenario.

En este libro podremos ver como Han conoce al que se convertirá en su aliado inseparable, conoceremos más acerca su pasado y la sociedad wookie, nos moveremos por la peligrosa Luna de los Contrabandistas o, como preferimos llamarla, Nar Shadaa y asistiremos al primer encontronazo con el cazarrecompensas más efectivo de la galaxia.

Pero empecemos por el principio.

¿DÓNDE ESTAMOS?

Si tenemos en cuenta la historia galáctica, nos situamos en en el año 5 ABY, rozando prácticamente los hechos sucedidos en el Episodio IV y cinco años después del primer libro. En este contexto nos encontramos con hechos muy interesantes y conocidos actualmente por cualquier buen fan. Si me lo permitís, me voy a dar el lujo de juntar el universo de Leyendas con el nuevo Canon para que nos ayude a situarnos mejor. Hasta que la nueva película dedicada al bueno de Han no demuestre lo contrario, daremos lo ocurrido en este libro por bueno.

Así pues, es en este año cuando Kanan Jarrus toma a Ezra Bridger como aprendiz padawan, por lo que nos situamos justo cuando comienzan a desarrollarse los hechos que vemos en Star Wars Rebels.

 

Si nos situamos en el contexto histórico real, este libro fue escrito en 1998, poco después que el primero y apenas un año antes de que el universo expandido y la saga volviese a toda potencia gracias a la aparición del Episodio I.

Ahora, si os parece, os voy a mostrar un resumen de todo lo que ocurre a lo largo de la historia traducido directamente desde la Wookipedia inglesa. Esto nos ayudará a poner en contexto los extractos que más tarde analizaremos y compararemos con la futura película de Han Sólo. Ni que decir tiene que, a partir de aquí, se avecinan SPOILERS así que, o bien no tienes pensado leer el libro, o bien ya lo has hecho o bien te da igual.

De un modo u otro, vamos allá.

LA MANIOBRA HUTT

Han Solo ha sido dado de baja de la Armada Imperial y no se considera un tipo con mucha suerte. No solo ha fallado en lograr su sueño, sino que tiene un wookiee que dice deberle una deuda de por vida y no dejará de seguirlo, sin importar lo que opine Han al respecto. Sin embargo, el wookiee, cuyo nombre es Chewbacca, demuestra su valía para Solo cuando lo salva de una Barabel indignado después de un juego de sabacc. Chewbacca juró la deuda de su vida después de que Solo lo salvó de ser asesinado sin piedad por esclavistas imperiales. Aunque Solo detesta a los esclavistas más que a nadie en la galaxia, haber visto en persona lo que hacen en Ylesia no hace que se plantee la compañía que el wookie le ofrece. Por lo que a Solo se refiere, salvó al wookiee para compensar a Dewlanna por haberlo salvado casi cinco años antes, cuando Han Solo escapó de Garris Alcaudón.

Buscando trabajo, Han Solo se dirige a Nar Shaddaa, la Luna de los contrabandistas. Él y Chewbacca conocen a varios contrabandistas y comienzan a trabajar para uno de los viejos compañeros de clase de Han, Mako Spince, como pilotos de transporte. Solo también conoce a Shug Ninx, un maestro mecánico y dueño de un famoso taller de naves. Con la ayuda de Spince, Solo encuentra un apartamento en el sector corelliano y se acerca más a «establecerse» que nunca, en la medida en que un contrabandista puede establecerse claro. Sin embargo, Han se encuentra con que hay una recompensa por su cabeza pagada, ni más ni menos, que por Teroenza por todo lo sucedido hace cinco años, y varios cazadores de recompensas vienen a Nar Shaddaa tratando de hacer su trabajo, haciendo que la vida de Chewie y Han sea un poco más… complicada. En solo unos pocos meses, y después de una extensa experiencia de vuelo, Solo busca mayores oportunidades y finalmente decide trabajar para los hutts Jiliac y su sobrino Jabba.


Intriga entre los Hutts

Jabba y Jiliac están impresionados con las credenciales y experiencia del joven piloto y lo contratan para contrabandear especias alrededor de la galaxia. Solo demuestra rápidamente su habilidad a los Hutts y recibe asignaciones más difíciles y emocionantes, como la complicada y peligrosa Ruta de Kessel. En su primera experiencia por la ruta, el amigo de Solo y antiguo contrabandista Roa lo acompaña para evitar cualquier percance. Aunque la primera carrera no fue tan suave, incluso Roa queda impresionado por la capacidad de pilotaje natural que demuestra Solo.


Inicialmente, sin el conocimiento de Solo, Jiliac y Jabba se están preparando para hacer su apuesta por la supremacía entre hutts al apuntar a la operación de refinación de especias del clan Besadii en Ylesia. El contrabandista escapa por poco de un brutal ataque pirata, cuya culpa recae sobre el clan Besadii. Aruk el Hutt, líder del clan de Besadii, y su descendencia, Durga, están indignados por tales afirmaciones. Esto ocasiona que se convoque un Consejo sobre Nal Hutta para discutir los acontecimientos recientes, pero el clan Besadii acaba sin ser declarado culpable de ninguna transgresión. En este momento cuando Jiliac y Jabba deciden que Aruk necesita morir.

Nuevos amigos y nuevos enemigos

Han Solo nunca había sido más feliz. Hasta ahora, Chewbacca había demostrado ser un socio muy capaz y valioso en el tráfico de contrabando. Solo se establece como uno de los mejores contrabandistas de la galaxia y se convierte en el favorito de Jabba. Sin embargo, la recompensa astronómica ofrecida por la cabeza de Solo aún sigue en pie. En su desesperación, Teroenza se pone en contacto con el cazarrecompensas más infame de la galaxia: Boba Fett.

Además de contrabandear y evadir naves de aduanas imperiales, Solo estaba viviendo en Nar Shaddaa mientras disfrutaba de dos cosas por encima de todo: las mujeres y el juego. Una de esas mujeres era una ilusionista llamada Xaverri , que asombró al público de la galaxia con sus increíbles actos de magia. Después de verla actuar, Solo se familiariza con ella hasta que su relación se vuelve… íntima. A raíz de esto decide tomarse un descanso del contrabando durante varias semanas, Solo y Chewbacca se unen a Xaverri, sirviendo como ayudantes de escenario y ocasionalmente actuando en sus propias actuaciones. Xaverri, que sentía una gran simpatía por los contrabandistas, pronto decide que ya es suficiente y Solo y Chewbacca se ven obligados a regresar a su casa en Nar Shaddaa.

Después de una noche particularmente agradable con Xaverri, Solo regresa a su apartamento cuando es apuñalado por un dardo tóxico. La toxina, que se fabricó en Rlyoth, era un líquido azul e impide cualquier acción voluntaria por parte del contrabandista y la total obediencia a quien hablaba. Aterrorizado e incapaz de moverse, Solo sabe que es obra de un cazarrecompensas. Ese cazarrecompensas, desconocido para él, era, por supuesto, Boba Fett.

 

Imagen extraída del cómic «Imperio Oscuro» en la que Han hace referencia a su vida pasada en Nar Shaddaa

Aunque Solo no hubiera estado de acuerdo, lo que sucedió después solo podría haber sido la voluntad de la Fuerza. Un apostador y emprendedor profesional llamado Lando Calrissian buscando la ayuda de un piloto profesional, entiende que Han Solo era el hombre adecuado. Mientras busca a Solo, ve su captura a manos de Boba Fett. No solo Calrissian no deseaba ver a un posible socio siendo atrapado, también odiaba cualquier cosa que tuviera que ver con los cazarrecompensas. Mientras Fett estaba ocupado con Solo, Calrissian se acercó furtivamente al cazarrecompensas y apuntó con un blaster a su cuello. Incapaz de resistirse, Fett fue humillado cuando el jugador inyectó la misma toxina que había usado en Solo. Calrissian también utilizó el antídoto para Solo y lo liberó. Sin embargo, en lugar de matar a Fett, le ordenan que se largue de la luna. Ni que decir que una vez que los efectos de la toxina se desvanecieron, Fett juraría venganza contra Solo y Calrissian. Muy pocas personas se han podido burlar de él y han vivido para contarlo.

Después de haber ganado un nuevo amigo y valioso aliado en Lando Calrissian, Han Solo se ve obligado a elegir una nave a cambio de enseñarle a Calrissian a volar. Solo seleccionó un carguero gastado y maltratado que bautizó como el Bria, en honor a su trágico primer amor, Bria Tharen . Calrissian le muestra a Han la nave que ganó en una partida de sabbac. La nave en la que que Solo enseña a volar a Calrissian, y la que le acaba robando el corazón: el Halcón Milenario.

La Guerra Hutt empezado ya ha

En Ylesia, el negocio sigue en auge y el clan Besadii está obteniendo ganancias sin precedentes. Sin embargo, no todos están igual de contentos. Después de la muerte de Zavval, Aruk despachó a su sobrino, Kibbick el hutt, para actuar como jefe supremo de Teroenza y los t’landa Til «sacerdotes». Kibbick, sin embargo, es un idiota torpe y completamente inepto. Esto frustra aún más a Teroenza, que piensa en tomar la operación del planeta como propia. Además de la negativa de Aruk a financiar las exorbitantes recompensas de Teroenza con Han Solo y Bria Tharen, estos factores llevan a Teroenza a responder a una oferta destacada del clan Desilijic .

Teroenza cede finalmente a su frustración y se pone en contacto con Jiliac. Los dos criminales intercambian puntos de vista y llegan a un acuerdo en que el mejor curso de acción sería eliminar a Aruk. Meses antes, Teroenza descubre que Aruk tiene un apetito insaciable por las ranas arborícolas y comienza a enviarlas por toneladas a Nal Hutta. Jiliac había obtenido una toxina ultrasecreta que no podía ser detectada. La toxina funcionó al crear una adicción en el hutt y lentamente, durante muchas semanas, acabaría pudriendo el su cerebro. Una vez que la toxina es eliminada de la dieta del consumidor, muere de shock por la pérdida del veneno adictivo. Teroenza acaba matando a Aruk a través de su propia gula.

El hijo de Aruk, Durga, a diferencia de Kibbick, es muy inteligente y comprende inmediatamente que la muerte de Aruk ha implicado juego sucio, a pesar del hecho de que ningún médico había podido localizar sustancias extrañas. Aun así, Durga toma el control de Besadii a pesar de las dudas sobre su inusual marca de nacimiento que, según la leyenda Hutt, es un mal augurio. Durga se apresura a establecerse como el líder legítimo del clan y, con la ayuda del Sol Negro, establece una serie de «accidentes» fatales para sus detractores. Con Besadii firmemente en su poder, hace que el cadáver de Aruk se congele y se envíe a Coruscant . Durga intenta contratar al mejor equipo forense de todo el Imperio Galáctico para descubrir la verdadera causa de la muerte.

La Batalla de Nar Shadaa

A lo largo de la galaxia, la actividad rebelde alcanza un máximo histórico y Palpatine decirle ponerle fin antes de que empeore. Uno de los sectores destinados a la retribución imperial fue la extensión sin ley del Espacio Hutt, y Nar Shaddaa en particular. Moff Sarn Shild había sido sobornado por los hutts durante años, pero acaba denunciando su corrupción con el objetivo de ascender en las filas imperiales. A pesar de las súplicas de los hutts, fue firme en su determinación de enfrentarse a Nar Shaddaa.

Desesperados por evitar semejante desastre, los Hutts vuelven a reunirse con Nal Hutta y deciden ofrecerle algo a Shild para evitar el ataque. Tras haber reemplazado a Besadii como el clan Hutt supremo, Jiliac y Jabba eligen a Han para visitar a Shild en Coruscant debido a su familiaridad con el procedimiento militar imperial. A regañadientes, Han Solo regresa a Coruscant para encontrarse con Shild. A su llegada, Solo se horroriza al descubrir a una vieja conocida con Shild: Bria Tharen. Para todos los que no estaban al tanto de su misión -incluido Solo- Tharen parecía ser la amante de Shild. Impresionado y devastado al verla de esa manera después de todos esos años, Solo deja a Shild sin lograr convencerlo y emocionalmente destrozado. Sin embargo, Tharen se encuentra trabajando de incógnito para la resistencia corelliana espiando a Shild.

Nar Shaddaa tal y como es representada en Jedi Knight: Dark Forces II

Lo único que Han Solo puede llegar a lograr en Coruscant es enterarse de que el almirante Winstel Greelanx estaría al mando de la fuerza de ataque. De nuevo, Solo fue enviado a Greelanx para ofrecer cualquier soborno que pudiera. Greelanx acepta un soborno exorbitante en forma de gemas preciosas a cambio de sus planes de batalla, permitiendo a los defensores de Nar Shaddaa una oportunidad de luchar. Solo regresa a Nar Shaddaa con los planes. Junto con Mako Spince, Shug Ninx y los demás, Han Solo ayuda a desarrollar un plan para defender a Nar Shaddaa del Imperio. Su amiga Xaverri también regresa para ayudar en la batalla.

Sin embargo, los contrabandistas desconocen que el almirante ha recibido una misteriosa transmisión prioritaria que lo obliga a retirarse en la primera oportunidad creíble para permitir que los contrabandistas «ganen». Greelanx estaba perplejo, pero cumplió. Cuando el Imperio ataca Nar Shaddaa, la flota de contrabandistas está preparada después de numerosos ejercicios. Aunque la batalla no fue tan fácil como se pensaba, los contrabandistas pueden finalmente derrotar a las fuerzas imperiales de manera decisiva. A pesar de las graves bajas, los contrabandistas acaban ganando y Nar Shaddaa sobrevive a la ira del Imperio.

Después de la batalla, Solo entrega las gemas a Greelanx. Antes de que Solo pudiera regresar, sin embargo, escucha desde el interior de una sala contigua la ejecución de Greelanx a manos de Darth Vader. Solo regresa apresuradamente a Nar Shaddaa, feliz pero conmocionado. Habiendo ganado la batalla, Solo y Chewbacca vuelven al contrabando, como todos los demás. El Bria se convierte en poco más que una chatarra voladora ahora, y el contrabandista decide que es hora de reemplazarla. Lando Calrissian informa a Solo acerca de un próximo torneo de sabacc en Bespin, a que él mismo asistirá. Solo decide que él también irá, y tal vez ganaría lo suficiente para comprar una nueva nave. Mientras tanto, el Moff a cargo del espacio Hutt se encuentra en medio de la decisión más grande y última de su vida. Moff Shild sabe que la derrota imperial en la Batalla de Nar Shaddaa no le ocasionará precisamente una cordial relación con Palpatine . Así que, recurre a un viejo recuerdo de la infancia, para decidir su propia muerte, ¿por blaster o por veneno?

 

CHEWIE… ESTAMOS EN CASA

Y así es precisamente como alguien se siente cuando lee esta novela. No desmerece en absoluto el universo creado por Lucas en la trilogía original y, aquí sí, lo expande con mucha coherencia. Como no podía ser de otro modo, los personajes se parecen cada vez más a los que conocemos en los episodios originales y, poco a poco, vamos viendo como todos entran en escena.

A continuación vamos a hacer lo mismo que en el primer libro, esto es, analizaremos las citas más interesantes que, personalmente, he creído más interesantes mientras leía y subrayaba el libro. De este modo podremos relacionarlas con el resto del mundo de Leyendas, el nuevo Canon y lo que puede que nos encontremos en la nueva película.

 


Si por algún aspecto me resulta interesante este novela y el periodo histórico ficticio en el que se encuadra es porque me parece, hasta la llegada de Rogue One y Rebels, una de las maneras más curiosas de indagar cómo era el día a día y la visión de los héroes y otros personajes antes de los hechos acontecidos en los episodios numerados. Aquí tenemos un ejemplo, con un Han Solo cada vez más incrédulo ante lo que suponía su sueño. Nuevamente se nos presenta un Imperio sucio y corrupto por dentro a la vez que enmarañado en su propia burocracia interna:

Han había iniciado su carrera militar sintiéndose lleno de grandes esperanzas, pero la desilusión no tardó en adueñarse de él. Los prejuicios contra los no humanos ya habían resultado bastante difíciles de soportar para alguien que había crecido de la manera en que lo hizo Han, y sin embargo Han consiguió morderse la lengua y callar. Pero el laberinto interminable de estúpidas reglas burocráticas, la ciega estupidez de tantos y tantos oficiales… Han ya había empezado a preguntarse durante cuánto tiempo sería capaz de seguir soportándolo.


Como supondréis, el libro está lleno de guiños a la trilogía clásica. Esta frase no es más que un guiño a nuestro querido Episodio IV, cuando Han conoce a Obi-Wan y Luke y el primero le ofrece una suculenta recompensa por llevarlos hasta Alderaan.

«Este tipo tiene que estar realmente desesperado», pensó Han mientras fingía titubear durante unos momentos. Después meneó la cabeza. —No sé… Si los imperiales andan buscando esa nave tuya, pilotarla podría hacer que acabara teniendo problemas realmente serios. ¿Qué carga hay que transportar?


En este breve fragmento podemos comprobar cómo ha evolucionado la imagen pública de Palpatine desde el surgimiento del Imperio. En este aspecto, se representa al gobierno como un ente despiadado que gobierna con el miedo:

El Emperador parecía estar dejando de ser un dictador relativamente benigno para convenirse en un tirano implacable, decidido a aplastar los mundos que gobernaba hasta obtener una sumisión total y absoluta.


Aquí podemos comprobar cuál es el origen de los característicos pantalones que lleva Han a lo largo de las películas y obras en las que hemos podido verlo y el motivo por el que se representa la famosa línea en los laterales:

 

Cuando fue expulsado de la Armada Imperial, Han esperó verse privado de la franja de sangre, tal como habían hecho con el resto de sus insignias y galones, pero no se la quitaron. Han supuso que eso se debía a que la franja de sangre no era una recompensa imperial. Se adquiría a través del servicio militar en circunstancias muy especiales, y conmemoraba un acto de heroísmo inusual, pero era concedida por el gobierno corelliano a un corelliano.

A continuación tenemos otro fragmento donde se trata el motivo por el que se considera todo un honor en Corellia:

La franja de sangre había sido diseñada de tal manera que podía ser separada y vuelta a colocar en cada nuevo par de pantalones. Han había descubierto que normalmente quienes no habían nacido en Corellia no tenían ni idea del gran honor que suponía el que te la concedieran, y sabía que muchos pensaban que era un simple adorno. Eso no le importaba en lo más mínimo, naturalmente. Han llevaba la franja porque era el único símbolo militar que le quedaba, pero nunca hablaba de cómo y dónde se había ganado aquel honor.


Nuevo guiño a Imperio Oscuro, con la aparición de Vima-da-boda, una Jedi, que sirvió a la gran Orden Jedi durante la época de la Antigua República Galáctica. De este modo y a través de estos pequeños detalles de continuidad, se presenta la saga como un universo unificado en el tiempo y espacio:

 

Una esquelética mano humana surgió de entre los harapos, y Han tuvo un fugaz atisbo de un rostro de nariz picuda y boca casi totalmente desdentada. El montón de harapos contenía a una mujer muy vieja cuyos ojos ardían con la luz de… ¿De qué? ¿Las drogas? ¿La locura?

En el siguiente fragmento, tal como hizo con Leia, vuelve a leer el futuro de Han con un discurso no carente de cierta ironía:

—Ahhhhhhhh… —La anciana dejó escapar una estridente carcajada—. Sí, mi joven capitán… La riqueza acudirá a ti, pero sólo después de que haya dejado de importarte. Han se echó a reír. —¡Dudo mucho que vea llegar ese día, abuela! Te aseguro que lo único que me importa en este mundo es hacerme rico. —Sí, es verdad. Harás casi cualquier cosa por dinero, pero el amor te impulsará a ir todavía más lejos. —Estupendo —gruñó Han.


Ahora podemos entender por qué Han se atrevió a meterse en un campo de asteroides en el Episodio V:

Comprendió que todas confirmaban que Zeen tenía razón: la mayoría de los campos de asteroides podían ser atravesados por alguien que tuviera nervios de acero y reflejos lo suficientemente rápidos. Conteniendo el aliento, Han hizo que el pequeño y maltrecho carguero se bamboleara de un lado a otro sin reducir la velocidad en ningún momento.


¿Alguna vez os habíais preguntado por qué Han era tan buen chico pese a su fama de duro? Ahora sabemos que los contrabandistas tienen su propio código moral.

Tal como había hecho con otros muchos jóvenes, Roa le había enseñado a Han cosas como que nunca debía ignorar una petición de auxilio, que nunca debía robar a quienes eran más pobres que él, que nunca había que jugar al sabacc a menos que estuvieras preparado para perder, que siempre debías estar preparado para salir corriendo en cuanto las cosas se pusieran feas y que nunca debías pilotar bebido o bajo la influencia de las drogas. Los contrabandistas conocían aquel código particular como las Reglas de Roa.


Todos hemos leído o escuchado sobre la famosa ruta de Kessel, aquella en la que el Halcón… bueno, ya sabéis. En este libro se centran bastante en explicar en qué consiste dicha ruta y el motivo por el que resultaba tan complicado superarla:

—Háblame de la ruta —dijo—. Creo que estoy preparado. Roa le explicó que la ruta de Kessel llevaba a las naves que viajaban por el espacio real y procedían del sector de Kessel por un vector que se curvaba alrededor de las Fauces, y que luego atravesaba un sector de espacio deshabitado conocido como «el Pozo». El Pozo no resultaba tan difícil de atravesar como las Fauces, pero de hecho el número de naves perdidas en aquella zona era superior al que se había perdido en las Fauces, porque después de haber conseguido dejar atrás los agujeros negros, los pilotos tendían a estar cansados y sus reflejos reaccionaban más despacio de lo habitual. Y justo cuando más necesitaban descansar, el Pozo estaba esperándoles… El Pozo contenía un campo de asteroides mucho menos concentrados que los que rodeaban el Pasillo de los Contrabandistas, pero se encontraba dentro del tenue brazo gaseoso de una nebulosa. El polvo y los gases de la nebulosa hacían que la mayoría de los sensores de las naves proporcionaran lecturas imprecisas, y los pilotos tenían serios problemas de visibilidad. Tener que entrar y salir continuamente de los zarcillos semitransparentes de la nebulosa resultaba tan arriesgado como agotador, y siempre había la posibilidad de que cuando un piloto alteraba su curso para esquivar a un asteroide, se metiera de lleno en la trayectoria de otro.


En este libro también logramos indagar en el motivo y origen por el que Han lleva, especialmente en las dos primeras películas, unos guantes:

Como vemos, en la película también aparecerá con ellos, ¿los habrá conseguido del mismo modo?

—Lo siento —masculló—. Mis dedos resbalaron sobre el control. Sin decir palabra, Roa metió la mano en un compartimiento de almacenamiento y sacó algo de él. —Toma —dijo después—. Un regalo por haber conseguido atravesar las Fauces. Me ocuparé de los controles mientras te los pones. Han cogió el par de guantes de pilotaje provistos de almohadillas antideslizantes y se los puso, tirando de ellos hasta dejarlos bien ceñidos a la piel. —Gracias, Roa —dijo mientras flexionaba los dedos. —No hay de qué —replicó el veterano contrabandista—. Yo siempre los llevo, y te sugeriría que me imitaras. Han asintió. —Lo haré.


Igual que en el caso anterior, en este libro también se nos relata cómo llegaron a conocerse Han y Jabba. El inicio de una bonita pero tumultuosa relación:

Han volvió la mirada hacia el más joven y menos corpulento de los dos hutts, y vio que una aguda inteligencia relucía en sus ojos de angostas pupilas. Jabba tenía más o menos la altura de Flan, y sólo medía unos cuatro o cinco metros de longitud. Jiliac se dio cuenta de que Han estaba observando a su compañero.

—Le presento a mi sobrino Jabba, capitán Solo. Su colaboración ha acabado volviéndose indispensable para mí en todo lo concerniente a los asuntos del kajidic. Han se inclinó ante el hutt más joven.

—Os saludo, excelencia.

—Saludos, capitán Solo —replicó Jabba con una afable ondulación de una de sus manecitas—. Su reputación le ha precedido.


Era de esperar que tras su experiencia en Ylesia durante el primer libro, Han no fuera muy amante de la esclavitud. Motivo, de hecho, por el que salvó a Chewie, y así se lo hace saber al Hutt:

Transportaré lo que quieran para ustedes, excelencia, pero no esclavos. Los dos hutts miraron fijamente a Han, obviamente asombrados por su temeridad. Jabba fue el primero en romper el silencio.

—¿Y por qué no quiere transportar esclavos, capitán Solo?

—Tengo razones personales para ello, excelencia —dijo Han—. He podido ver la esclavitud desde muy cerca…, y no me gustó nada.

—¡Jo, jo! —Jabba soltó una nueva risotada—. Nuestro valeroso capitán tiene escrúpulos…, ¡y quizá incluso se trate de escrúpulos morales!


¿Alguien sabe por qué motivo a Boba Fett todo el mundo le insiste en lo mismo? Bromas aparte, aquí tenemos un nuevo guiño a la trilogía clásico del considerado como mejor cazarecompensas de la galaxia:

—Quiero a Solo. Lo quiero vivo, y relativamente intacto. Nada de desintegraciones. —Eso hará que todo resulte más difícil —dijo Fett—. Mi tiempo es valioso, y no estoy dispuesto a tomarme tantas molestias únicamente por siete mil quinientos créditos.


Puede que sólo sea un guiño o quizás casualidad pero, ¿no os suena esto a la siguiente escena del trailer?

La maga se llamaba Xaverri. Han preguntó cuánto costaba la entrada y, una vez hubo descubierto que podían permitirse pagarla, sugirió a Chewbacca que fueran a ver su espectáculo de magia aquella noche.


Del mismo modo que en anteriores ocasiones, en este libro también se relata como se conocieron los dos mayores sinvergüenzas de la galaxia:

Bueno, ¿quién eres y por qué me has rescatado? Nunca te había visto antes. El hombre sonrió.

—Me llamo Lando Calrissian —replicó—. Y en cuanto a por qué te he salvado… Bien, es una historia muy larga. Vamos a ocupamos de nuestro amigo Boba Fett y luego hablaremos. ¡Eh, Solo! —exclamó de repente, mirando fijamente a Han—. ¿Te encuentras bien?

(…)

—¿Sabes pilotar naves espaciales? —preguntó Han. —No —admitió Calrissian—. De hecho, ésa es la razón por la que te estaba buscando. Necesito contratar a un piloto. —Pues ya tienes uno —dijo Han—.

(…)

—Cierto. Hace cosa de una semana estuve jugando al sabacc en Bespin, y uno de los jugadores decidió apostar su nave. Estábamos jugando una partida de apuestas realmente elevadas, ya me entiendes…

—Y ganaste y te quedaste con la nave —dijo Han.

—Así es. Pero nunca he pilotado una nave espacial. Necesito aprender…, especialmente ahora, ya que existe la posibilidad de que Boba Fett venga a por mí. Creo que en el futuro me dedicaré a buscar pastos más verdes y nuevas mesas de sabacc, y he pensado que viajar en mi propia nave podría resultar divertido. Tuve que contratar a un piloto para que me trajera hasta aquí, y me salió bastante caro. Lo que quiero de ti es que me enseñes a pilotar mi nave.

—De acuerdo —dijo Han—. Puedo hacerlo. ¿Cuándo quieres que empecemos?


Y, por fin, el encuentro más esperado. La primera vez que dos de los personajes -ya que esta nave tiene el carisma suficiente para ser considerada como tal- más importantes de la saga se ven y surge, como no podía ser de otro modo, un auténtico flechazo. Este es uno de los momentos más emblemáticos del libro:

Han y Lando atravesaron la superficie barrida por el viento caminando el uno al lado del otro y avanzaron por entre las hileras de naves estacionadas hasta que Lando se detuvo y señaló hacia adelante con un dedo.

—Ahí está. El Halcón Milenario… Han contempló el carguero ligero modificado inmóvil sobre el permacreto, un modelo Transporte YT–1300 construido en Corellia. Ya había visto muchos ejemplares de ese modelo con anterioridad, y siempre le habían gustado: aparte de ser buenos pilotos, los corellianos también eran buenos ingenieros. Pero mientras Han contemplaba aquella nave en particular, le ocurrió algo muy extraño. Sin ningún aviso previo, el corelliano se sintió repentina, irrevocable e irremisiblemente enamorado de ella. Aquella nave le estaba llamando con un cántico de sirena hecho de velocidad, maniobrabilidad, escapadas por los pelos, aventuras y operaciones de contrabando coronadas por el éxito.

Esa nave va a ser mía —pensó—. Ah, sí, será mía. El Halcón Milenario será mío…»

(…)

Y de repente se dio cuenta de que estaba contemplando el carguero con los ojos desorbitados y la boca abierta. Lando le estaba mirando fijamente, los ojos entrecerrados en una expresión llena de suspicacia. Han se apresuró a cenar la boca, e hizo cuanto pudo para expulsar aquel repentino anhelo de su mente. Tendría que jugar sus cartas con mucha habilidad. Si Lando llegaba a darse cuenta de hasta qué punto deseaba convenirse en propietario de aquella nave, seguramente subiría el precio hasta los cielos…

—Bueno, ¿qué te parece? —preguntó Lando. Han meneó la cabeza. —¡Menudo montón de chatarra! —exclamó, al mismo tiempo que pedía perdón mentalmente a la nave—.


Una explicación -quizás un tanto forzada- del motivo por el que Han volvió al contrabando poco antes de los hechos acontecidos en el Episodio VII.

(…) pero el contrabando era su verdadera vocación, y Han ardía en deseos de volver a él.


En la nueva película en la que se nos relatará como se conocieron Han Sólo y Lando en el nuevo Canon, podemos observar como Lando va acompañado de un curioso droide con el que parece hacer buenas migas, ¿quizás un guiño del androide que aparece en el libro?

Él y Chewie fueron directamente al despacho, donde se encontraron con un pequeño androide repleto de brazos tentaculares y un único ojo color rubí.

—¿Dónde está Lando? —preguntó Han.

—Mi amo no se encuentra aquí en estos momentos, señor —replicó el pequeño androide—. ¿Puedo serles de alguna utilidad? Soy Vuffi Raa, su ayudante.

(…)

La Viajera del Borde era tan rápida como el Halcón Milenario, por lo que Mako había decidido emparejarla con Lando y el extraño y diminuto androide que el joven jugador había elegido como piloto. Salla tenía que admitir que Vuffi Raa estaba demostrando ser muy eficiente. Nunca había oído hablar de un androide capaz de pilotar una nave, pero suponía que Vuffi Raa tenía que ser un tipo de androide muy especial procedente de alguna parte de la galaxia totalmente distinta a cuantas conocía. Resultaba obvio que no era el típico androide astromecánico con el que te encontrabas cada día.


Antes del Halcón Milenario hubo otras, como Doa:

Antes de que anocheciera, Han y Chewie ya le habían alquilado una nave a Lando. Los dos compañeros acabaron eligiendo un pequeño carguero SoroSuub de la clase Pulga Estelar que había sido sometido a considerables modificaciones. La nave, que tendría unas dos terceras partes del tamaño del Halcón Milenario, poseía una proa redondeada, un par de alas cortas y bastante gruesas y un rechoncho fuselaje curvado que se iba estrechando hasta terminar en una esbelta sección de cola. En general el carguero recordaba a una gran gota de aspecto francamente poco aerodinámico y, como le diría más tarde un contrabandista quarreniano a Han, se parecía mucho a «unos bichos que criamos como aperitivo». Al final de cada ala había una torreta artillera provista de dos cañones láser fijos, y el piloto también controlaba una batería de cañones láser instalada en la proa. Han le puso por nombre Doa.


Esta parte es de las más curiosas… y de las que contradicen tanto el viejo canon como el nuevo. En esta ocasión podemos leer cuál era la personalidad y la persona que teníamos trás la famosa máscara verde de Fett, un tipo conocido como Jaster Mereel. Posteriormente, para tratar de adecuarlo al canon, inventaron un nuevo personaje mandaloriano con este nombre, un antiguo líder de los clanes de los mandalorianos que conoció el propio Jango Fett. En varías guías de personajes se indica que Boba usó como alias el nombre de Jaster.

Muerte de Jaster en uno de los cómics relacionados con Jango Fett «Temporada de Caza».

Tratándolo como si de un extracto arqueológico se tratase, podemos decir que nos encontramos justo antes de que surgiese un nuevo torrente en el clásico Universo Expandido con la llegada de la nueva trilogía. Recordemos que este libro salió tan sólo un año antes del Episodio I y cuatro antes del II, donde se definirían los orígenes de Boba Fett:

El hombre de la armadura mandaloriana avanzó con paso rápido y decidido por el cavernoso vestíbulo lleno de sombras del palacio de Jabba el Hutt en Tatooine. Hubo un tiempo, hacía ya bastantes años, en que aquel hombre había sido un protector de primera clase llamado Jaster Mereel. Eso fue antes de que matara a un hombre y pagara el precio de su crimen. Su antiguo nombre había desaparecido, y aquel hombre ya sólo era conocido por el nombre que había decidido adoptar para sí mismo: Boba Fett.


Y aquí nos encontramos con otro de esos momentos en los que se mezclan distintos tipos de guiños. En este caso, Boba Fett, en su viaje a Tatooine, se cruza con un engendro de lo más particular. Uno especialmente indigesto y con el que tendría una larga y tumultuosa relación, ¿adivináis a quién me refiero?

Pero… Un momento. ¿Qué era aquello? Fett se inclinó sobre su pantalla visora mientras el Esclavo I pasaba por encima de un gigantesco pozo que se abría en el fondo de una depresión en la arena. Fett creyó ver algo que se movía dentro del pozo, una especie de helechos recubiertos de pinchos o quizá unos tentáculos. «Me pregunto qué será eso —pensó mientras hacía que el Esclavo 1 ascendiera velozmente a través de la atmósfera de Tatooine—. Bueno, supongo que sí hay vida en el desierto después de todo…»


La autora se preocupa de ir dando, poco a poco, pequeños detalles sobre todos los aspectos vitales de Han, desde su infancia hasta sus diferentes habilidades. En este caso se nos explica cómo nuestro contrabandista favorito fue mejorando sus habilidades de técnico, las mismas que veríamos en el Episodio V:

Durante las semanas siguientes, Han y Chewie ayudaron a Shug Ninx a reparar su nueva nave. Los dos contrabandistas trabajaban cada día hasta que acababan agotados, y poco a poco fueron descubriendo los misterios de la reparación de naves espaciales gracias a las lecciones del experto mecánico que supervisaba su trabajo.


Nuevo guiño directamente relacionado con Imperio Oscuro. Otra muestra de la importancia que dio la autora a la hora de conectar el incipiente Universo Expandido. En esta ocasión Han Sólo conoce a la que se convertirá en su ex-novia: Salla Zend.

La mujer le estudió en silencio durante un momento interminable, y la ira fue desapareciendo poco a poco de su rostro mientras los gimoteos de Salto se iban alejando hacia el fondo del local a medida que el matón era ayudado a salir del bar por sus amigos.

—Quizá —dijo—. Me llamo Salla Zend —añadió, ofreciéndole una mano enguantada.

—Y yo me llamo Han Solo.


Nueva referencia, esta vez relacionada directamente con Leia y el Episodio V:

—Este trasto se mueve tan despacio como un hutt milenario —gruñó Han—. Teniendo en cuenta el tamaño de sus motores, lo lógico sería pensar que el Mercurial es capaz de alcanzar una cierta velocidad, ¿no? ¿Crees que podríamos ir un poco más deprisa si salgo al espacio y empiezo a empujar?


En la Batalla de Nar Shadaa, los contrabandistas utilizaron una curiosa estratagema: utilizar una ilusión formada por miles de naves contra el Imperio para distraerlos y atacarlos por la retaguardia. No sé a vosotros, pero a mi me recordó curiosamente a otro hecho directamente relacionado con el Universo Expandido, concretamente con Relatos de los Jedi y, rizando aún más el rizo, con la etapa de La Edad Dorada de los Sith. ¿A qué me refiero exactamente? Los más nostálgicos seguro que recordarán como el Lord Sith Naga Sadow intenta atacar a la República -o a uno de sus planetas- utilizando un truco: creando una ilusión óptica a través de la Fuerza de naves y soldados para distraer al ejército enemigo de modo que pareciese que eran superiores militarmente. ¿Nuevo guiño o imaginación desmesurada?

Naga Sadow usando sus artes Sith para generar la ilusión de un gran ejército

Han había estado contemplando el diagrama holográfico mientras pensaba hasta qué punto parecía real la minúscula flota, los diminutos cazas TIE incluidos. «Es una pena que no podamos proyectar un holograma delante de los imperiales para hacer que crean que están siendo atacados…», pensó.

(…)

—A ver si lo he entendido bien, Solo —dijo la ilusionista—. Quieres que cree una ilusión holográfica que muestre a toda una flota de naves de los contrabandistas lanzándose sobre esos navíos de primera línea de la flota imperial. Y además quieres que la ilusión sea lo suficientemente real, y que dure el tiempo suficiente, para que las naves de los imperiales se desvíen de su curso y empiecen a disparar contra esa flota inexistente. ¿Lo he entendido bien?

—Sí, desde luego —dijo Han.


Otro momento histórico, el día que Lando Calrissian decidió dejarse bigote. Un hecho que cambiaría, sin duda, el destino de la Galaxia:

«Quizá debería probar a dejarme bigote —pensó Lando—. Eso podría darme un aspecto más… aventurero.» Las comisuras de la boca del jugador se fueron elevando hasta formar una leve sonrisa.


Siguiendo con el bueno de Lando, aquí nos encontramos cuál fue su primera relación con la ciudad en la que le conoceríamos en un futuro -o pasado-:

Dentro de seis meses se iba a celebrar un campeonato de sabacc en la Ciudad de las Nubes de Bespin, y las apuestas serían realmente astronómicas. Lando tenía muchas ganas de tomar parte en aquel campeonato. Pero necesitaba reunir una considerable suma de dinero para ser admitido como participante, y la forma más sencilla y rápida de conseguir ese dinero era volver a Oseón.


Nuevo guiño relacionado esta vez con el Episodio IV, concretamente cuando Han y Luke escapan de la Estrella de la Muerte y se enfrentan a unos Tie Fighters:

Y el TIE estalló, volatilizándose en una explosión magníficamente silenciosa. Jarik sintió que se quedaba paralizado y contempló el espacio sin poder creer en lo que acababa de ver. «¿Yo… he hecho eso?» La voz de Han resonó en sus oídos.

—¡Un disparo magnífico, chico! —gritó el corelliano—. ¡Vamos a repetirlo ahora mismo!


Parece que Han, tal y como nos recuerda con la misma frase cuando destruyen la Estrella de la Muerte, se quedó marcado por algunas frases que escuchó en su juventud:

La ilusionista le sonrió, sus oscuros ojos llenos de afecto.

—Eh, Solo… No me lo habría perdido ni por todos los créditos de la galaxia. Lo único que lamento es no haber podido estar en el puente de alguno de esos navíos imperiales para ver su reacción.


Guiño que satisfará a los fans de Sombras del Imperio. Como no podía ser de otro modo, y teniendo en cuenta en qué ambientes nos movemos en esta novela, había un personaje que no podía faltar a la cita:

El kajidic del clan Besadii sufrió una larga serie de convulsiones. Dos facciones acabaron emergiendo, la pro-Durga y la anti-Durga. Durga tomó ciertas medidas para consolidar su poder. Se puso en contacto con un temible sindicato del crimen, el Sol Negro, dirigido y controlado por el poderoso príncipe Xizor, y le explicó al príncipe los beneficios mutuos que sus organizaciones podían extraer de su colaboración.


En este caso os dejo, queridos lectores y lectoras, adivinar quién puede ser el personaje al que Han escuchó:

El sello de la puerta del despacho se desactivó con un suave siseo. Han oyó un caminar lento y pesado, y el susurro de algo que quizá fuera tela. El corelliano se preguntó si el recién llegado llevaría una túnica, o quizá alguna clase de capa. Después hubo otro sonido que Han reconoció casi al instante: estaba oyendo una curiosa especie de ruidoso jadeo entrecortado, una respiración que necesitaba ser estimulada artificialmente por alguna clase de máquina diseñada para mantener con vida a quienes no podían respirar por sus propios medios. Una máscara respiradora… El visitante llevaba una máscara respiradora. Han no hubiera sabido explicar por qué, pero aquella ruidosa respiración sibilante resultaba un tanto ominosa. El corelliano tragó saliva, y procuró no hacer absolutamente ningún ruido.



Y con esa última referencia, terminamos este repaso a la novela en nuestro camino hacia la próxima película relacionada con el personaje. Soy consciente de que me dejo muchas en el tintero, pero entonces necesitaríamos analizar la novela frase por frase. Espero que hayáis disfrutado tanto leyendo esta entrada como yo haciéndola.

Nos vemos pronto en el tercer episodio y… ¿último? de esta trilogía.


2 Comments

  1. Hola amigos de Endor.

    La maniobra Hutt es una magnífica novela, además de que fue el primer libro del Universo Expandido que leí.

    Saludos desde México.

  2. Gran trabajo de anális de la novela. He podido revivir la historia a través del texto y la tengo especial cariño como parte de una de las mejores trilogías de novelas de la saga. ¡Enhorabuena y gracias por compartir con nosotros artículos como estos!

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